Eihei Dogen (1200-1253)
Siéntate a meditar ininterrumpidamente y piensa en no pensar.
¿Cómo se piensa en no pensar? No pensando.
Este es el arte del za-zen
Los pensamientos, ideas, emociones, preocupaciones llena nuestras vidas. Algo nos dice que si así lo hacemos podremos solucionar nuestros problemas. Pero el Zen nos enseña que nuestros objetivos se consiguen aquietando nuestra mente, es decir, mediante la meditación y la consciencia.
¿Qué hacer? simplemente no pensar en ningún tema concreto, ni pensar en que a través de la meditación solucionaremos nuestros problemas. Conectamos nuestra respiración, dejar que nuestros pensamientos pasen pero dejándolos ir para volver a concentrarse en la respiración. Poco a poco estaremos menos dispersos y más abiertos a otras formas de afrontar la vida.
MAESTRO ZEN SEUNG SAHN, Tirando cenizas sobre el Buda
Tu mente es como el mar. Cuando sopla el viento, hay grandes olas.
Al calmarse el viento, las olas decrecen poco a poco hasta que el viento desaparece del todo y el mar es como un espejo límpido.
Entonces las montañas y los árboles y todas las cosas se reflejan sobre su superficie. Ahora hay muchas olas de pensamiento en tu mente.
Pero si continúas practicando «la mente que no sabe» este pensamiento decrecerá gradualmente hasta que al final consigas una mente siempre clara.
Cuando la mente está clara como un espejo: llega el color rojo y el espejo es rojo; llega el amarillo y el espejo es amarillo; llega una montaña y el espejo es una montaña.
Tu mente es la montaña: la montaña es tu mente. no son dos.
Así que es muy importante no sentir apego ni hacia pensar ni hacia no pensar. no debes ser perturbado por nada de lo que ocurra en tu mente. Limítate a no preocuparte y mantén una «mente que no sabe».