Los aparatos de videovigilancia para bebés emiten ondas electromagnéticas de alta frecuencia similar a los de una torre de telefonía móvil.
Estos aparatos emiten la imagen del bebé desde la antena situada en el dispositivo que funciona como objetivo y que está colocado en la propia cuna o mirando hacia ésta. Además hay unos sensores de infrarrojos que detectan el movimiento del bebé mandando otra señal de alarma en forma de ondas a la propia antena. Estas ondas se emiten hasta llegar a la base receptora que se encuentra generalmente en la habitación de los padres. Hay aparatos de videovigilancia en el mercado que incluso tiene un radio de acción de unos 300m.
Para saber los efectos que causa la contaminación electromagnética en nuestro entorno de la cama visita el artículo Cómo nos afectan los electrónicos mientras dormimos.